lunes, 12 de enero de 2009

Las fiestas. Ese extraño momento del año

Navidad, Fin de Año y Año Nuevo. Ese momento del año en el que algunos no sabemos lo que nos pasa pero nos sentimos diferentes. Pensamos que la Navidad nos hace mas buenos, y entonces pensamos todo con bondad, nos olvidamos de rencores, malos tragos y saludamos a todo el mundo.
Fin de año, balance, no hay manera de evitarlo, siempre analizamos nuestra vida y sopesamos lo bueno, lo malo y cual contador avezado hacemos nuestro balance, eso sí sin certificar.
El Año Nuevo ahí quería llegar. Parece que es en ese momento que volvemos a nacer, nos proponemos todas las empresas posibles, juntamos todos los deseos, nos trazamos todas las metas y ponemos la brújula hacia el venturoso futuro. El pobre año no consigue empezar con tanto peso y va languideciendo mes a mes.
Pensando en esto empecé este año, en el que cambié mi mirada sobre él. Lo único que voy a proponerme es seguir viviendo mi año viejo y mantener todos mis amores que son muchos y son los que me sostienen. Y como deseo uno solo: que esa persona que está tan enojada, y que es uno de mis amores necesarios, abra su puerta para que hablemos. Si esto me pasa en este año, todo lo demás seguro sale bien, como siempre.

No hay comentarios: